Las células en las colmenas rombo permiten el ahorro de material. Estos hexágonos regulares dividen el espacio en varias cajas con el fin de alojar a los futuros adultos. 
En este modelo, una pared alveolar habitada se desarrolla como la columna vertebral del edificio. Sobre este último, se pueden modificar  las aulas, según el número deseado ya que cuentan con  muros divisorios movibles. Estructuralmente, el edificio se inspira en los principios y los intentos de volver a examinar los elementos locales característicos de la Yurta.

Los materiales,  facilidad de montaje, desmontaje, las articulaciones y el tratamiento de la luz ... El principio de la cámara de aislamiento de aire se ha desarrollado en varias escalas del proyecto como una alternativa rentable a la gestión del frío, con un desglose de verano alternativo. Al norte, se ubica un muro que separa la circulación del aula escolar, está hecha de popotes reciclados como una alternativa a los paneles de vidrio de control solar con un panel de microfibra, condensando el aire y la transmisión de luz.